Publicado Marzo 12, 2025

Maximiliano Bello: ‘Hace veinte años, los chilenos no sabían que teníamos ballenas’

En los últimos años, Chile ha mostrado un compromiso con la protección de su mar, estableciendo áreas marinas protegidas que abarcan el 43% de su superficie oceánica. Además, el país ha liderado acuerdos internacionales de protección del océano, siendo uno de los primeros en ratificar el Tratado de Alta Mar. Para Maximiliano Bello, este liderazgo forma parte de un cambio significativo en la sociedad chilena hacia una apreciación mucho mayor del océano. Bello, que lleva más de 20 años trabajando en temas oceánicos, es actualmente asesor ejecutivo de Mission Blue, una ONG que trabaja para proteger la vida marina.

Maximiliano Bello: ‘Hace veinte años, los chilenos no sabían que teníamos ballenas’

En entrevista con Dialogue Earth, analiza los cambios de percepción sobre los océanos en Chile y los desafíos pendientes. Además, repasa los recientes acuerdos sobre los océanos y el papel que ha tenido América Latina como parte de esos procesos.

Dialogue Earth: ¿Qué has visto cambiar a lo largo de tu carrera en la forma en que se tratan en Chile las cuestiones oceánicas y ambientales, y la importancia que se les da?

Ha ocurrido un cambio bastante radical desde que empecé a trabajar en estos temas. 20 años atrás, la gente en Chile no tenía idea que nosotros tenemos tiburones o ballenas. Había un gran desconocimiento, en parte por la separación entre la tierra y el mar en nuestra conciencia. Eso ha cambiado, especialmente con los jóvenes. Están al día de las maravillas del océano.

En la parte más política, también ha habido un cambio bien fuerte, no solo en Chile. Hasta la COP25 [en 2019] el océano no formaba parte de las discusiones de cambio climático. Vemos ahora un constante interés sobre la política oceánica global, por ejemplo, con la expansión de las áreas marinas protegidas o los recientes acuerdos internacionales sobre océanos.

En febrero se hizo una encuesta en Chile que preguntaba los motivos que nos daban orgullo de ser chilenos y las áreas marinas protegidas fueron uno de los principales. Es algo que no me hubiera imaginado, pero me llena de orgullo. Si un político lee algo así se da cuenta que debe tener propuestas del tema.

¿Qué elementos influyeron en este cambio en las políticas chilenas?

Hubo un despertar en la década de 1980 de dejar de sacrificar el ambiente por sobre el progreso y resguardar el patrimonio. Se da con discusiones de proyectos de inversión de la industria forestal y con los impactos de ciertas industrias, como el carbón, en comunidades en el país.

Hoy el tema ambiental está primero en la discusión política, social y económica.  Es una política de Estado que se ha consolidado. Somos líderes en discusiones sobre la moratoria a la minería en aguas profundas y la protección del Alta Mar y de la Antártida, por ejemplo. No significa que seamos perfectos, Chile tiene mucho que debe en la salmonicultura. Es nuestro punto débil.